Gato por gato

Antes estaba Einstein.

Einstein era indiscutiblemente el científico de moda, con sus despeinados de genio, sus teorías sobre la relatividad (un concepto muy siglo XX), esas historias de que su coeficiente intelectual centuplicaba al de todos nosotros juntos, esos retratos pop con la lengua fuera a medio camino entre Duchamp y Warhol, etcétera.

Pero todo esto ya es pasado, out, dead, adiós. Ya hace tiempo que el científico de moda es Tesla.

(Tesla era un serbio nacido en la Croacia austrohúngara que se fue a vivir a Nueva York, ¿quién da más?)

Como todas las cosas el fenómeno Tesla empezó poco a poco, luego fue yendo cada vez más rápido. Hoy si tienes las orejas un poco en punta oyes su nombre por todas partes.

Lo que atrae de Tesla es que teorizó e hizo inventos sobre la energía gratis, sistemas increíbles para que todo el mundo tuviera electricidad, y es muy bonito porque se ve que se enfrentó a los grandes factótums de su época y que los empresarios cabrones compraron todas sus patentes pera enterrar sus ideas en cajones para que nunca se hicieran realidad y para continuar haciendo sus negocios y explotar a la humanidad hasta la muerte, impidiendo su felicidad.

(claro, con las palabras "energía", "wireless" y "free", todo es muy siglo XXI)

Y ahora ya está, ya lo tenemos, faltos como estamos de religión vienen los guais y convierten a Tesla en santo y cuentan sus milagros y se hacen chapas con su cara.


Si le acabáis de conocer no pasa nada, id un momento a la wikipedia y ya le podéis empezar a venerar igual, porque el rollo ese de "yo hace años que le conozco" no cuela para nada, es rollo de cristianos primitivos de esos faltos de cariño, minipartes de minisectas que siempre acaban encajando como un puzzle dentro del aparente caos posmoderno.