lunes, 10 de enero de 2011

El capitalismo

El otro día me enfadé con una amiga. Ahora ya hemos hecho las paces, pero en aquel momento la hubiera tirado en un container. La tía me salió con el tema del capitalismo, el rollo ese de "otro mundo es posible" y de que "si todos nos concienciáramos todo sería mejor". Joder. Con eso de la gente que cree en la "alternativa" me pasa como con la gente que cree en "dios"... Me pongo frenético. No puedo entender que crean en cosas invisibles e imposibles. 




Todo el lío empezó con Marx. Bueno, con Hegel. Bueno, con Rousseau. Bueno, seguramente podríamos tirar mucho más atrás... Pero tenemos que simplificar de alguna forma. Empecemos con Rousseau, pues.

Rousseau era un suizo que vivía en Suiza y que siempre estaba muy contento.



Un día, mientras daba uno de sus paseos, Rousseau vio a dos hombres discutiendo por una plaza de aparcamiento. Se ve que los dos habían llegado al mismo tiempo con sus carrozas y ahora no se ponían de acuerdo sobre quien tenía prioridad.




Rousseau pensó: “Joder, todo esto es culpa de las carrozas y de esta sociedad podrida donde todo el mundo tiene prisa... Seguro que, cuando no había carrozas, todos éramos más felices”.

Fue por esto, por este error de base, que Rousseau sigue haciendo daño, ya que parte de la idea de que “antes” éramos buenos y que “después” nos hemos vuelto malos. Es la (ahora) tan típica idea de que la sociedad nos corrompe... La idea de que cuando nacemos somos puros y que después vamos para mal.

Después de Rousseau, el siguiente en liarla fue Hegel.



Hegel cogió lo que había dicho Rousseau y le dio la vuelta. En vez de decir que antes éramos buenos y que después nos volvimos malos, Hegel dijo que cada vez somos más buenos, hasta el punto que llegó a decir que con los estados burgueses del siglo XIX la historia había llegado a su fin.

Dicen que una vez Hegel vio pasar a Napoleón y que flipó tanto que dijo estaba viendo el Espíritu de la Historia avanzando hacia la perfección de la humanidad.



(en realidad, como todos los de su época, Hegel envidiaba a Napoleón)

El caso es que entre los discípulos de Hegel había un tío que se llamaba Marx.

Marx era el típico rico que se enternece con los pobres. Si hubiera nacido un siglo o dos más tarde, seguramente hubiera fundado una ong. En vez de eso, fundó la Asociación Internacional de los Trabajadores, una especie de sindicato a lo bestia para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores de todo el mundo. Claro, ahora esto suena un poco cutre, porque en nuestro tiempo los sindicalistas se dedican a comerse los jamones que les regalan los empresarios y a repartir calendarios entre sus amiguetes, pero allá por el siglo XIX los sindicatos daban miedo: decían: lo único que puede cambiar las cosas es una REVOLUCIÓN.

Una de las cosas que más hizo famoso a Marx fue una frase muy bonita que escribió contra un amigo de Hegel y que desde entonces ha provocado muchas erecciones y algunas revoluciones.



De las palabras de Marx y de sus seguidores surgieron como hemos dicho alguna revolución. La más espectacular fue la rusa, que en los libros de historia se le da una importancia casi similar a la francesa.

(las revoluciones tienen una gran belleza, son una de las cosas de las que la humanidad se siente más orgullosa)

La revolución rusa llevó, al cabo de los años, a lo que se llamó la Guerra Fría, que enfrentaba teóricamente a dos formas de entender el mundo: el capitalismo y el comunismo. Al final, como se sabe, los rusos y todos sus imitadores se hundieron, por lo que desde entonces se habla del triunfo del capitalismo.




Porque no es que triunfara el capitalismo, es que el comunismo se hundió. Parece una tontería pero no lo es. Si nos fijamos, en el mundo capitalista se siguieron haciendo las cosas tal y como se habían hecho siempre... Mientras que en el mundo comunista se hizo un experimento que salió mal.

Para que se entienda, es como si ahora muchos países dijeran: a partir de ahora, todos nos vamos a cortar una pierna. Sin duda se montaría una gran guerra psicológica entre los países que se han cortado una pierna y los que no, se harían un millón de bromas, pero al final seguro que los de la pierna cortada se acabarían hundiendo. No es que acabarían triunfando los de las dos piernas, sino que los de una sola pierna se hundirían.




La misma palabra “capitalista” es una especie de insulto que los comunistas se inventaron para llamar a los que no pensaban como ellos. Pero de “capitalismo” ha habido siempre. La sociedad siempre ha sido una puta jungla. Los ricos siempre se han aprovechado de los pobres, siempre ha habido opresores y oprimidos. Es lo normal. Es una mierda, pero es lo que hay.




Ahora los que siguen creyendo de alguna forma u otra en Marx siguen pensando que el mundo puede cambiar, y continúan diciendo que el capitalismo es un mal que se tiene que combatir. No entienden que para combatir el capitalismo hay que combatir la esencia misma del ser humano, que es una cosa que evidentemente es imposible.


Es como lo que han intentado siempre los alquimistas, convertir el plomo en oro. Miran la tabla periódica y dicen: “Son muy parecidos, eh? Solo si añadimos un pequeño protón...” Pero es imposible.




10 comentarios:

Anónimo dijo...

HAAHAHAHHAAHAHA

(Bach i Robespierre a les carrosses?)

Arturo J. dijo...

Genial!! Me encanta!! Muy bien dicho.

altrome dijo...

hace pensar que el error de base es que todavía queramos ser felices. hay que ser tonto.

paufrancisc dijo...

Te ha faltado decir que la revolución rusa es como la francesa pero que llegó más tarde por culpa del frío.

Anónimo dijo...

tenéis que hablar de DIOS

Anónimo dijo...

Ich mag auch lieber goldene mierda als menschen essen. Ein super blog, gratuliere aus Österreich!

Anónimo dijo...

gente que se lo toma en serio

Ocupant dijo...

Jajajaja.

En serio, buenísimo. Enhorabuena.

Deberías hacer otro sobre la gente como el tal Ignasi ese (o Ignazi dirían otros) y explicarle la diferencia entre ocupant y gilipollas. Vería que se parecen mucho los que son como él y los contrarios.

Enhorabuena por tus post. Muy ingeniosos.

ROSA LUXEMBURGO dijo...

AMIGUITO... CREO QUE DEBERÍAS LEER UN POCO MÁS SOBRE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIOLOGÍA AHÍ TE EXPLICAN MUY BIEN SOBRE LA EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES... REALMENTE ME HA DEJADO MUY IMPRESIONADA TU TOTAL IGNORANCIA EN ESTE TEMA... SUERTE

Anónimo dijo...

Está bien.. pero replantéate una cosa. Los que mandan y mandaron (siempre) como dices, mediante la opresión de unos (pocos) sobre otros (muchosmuchisimos), se encargan de moldear y modelar a base de pluma y puños la cabeza de la mayoría.

Así, los gusanos parásitos que se benefician de fomentar el egoísmo y la avaricia más inhumana, escriben la conducta a seguir, es decir, ser un puto ser despreciable para escalar en la pirámide de despreciabilidad.
Si no eres capaz de ver que la ideología dominante siempre es la del que domina (o si prefieres, del que paga la prensa) entonces debes pensar que sí somos unos hijosdeputa por naturaleza.

Solo recuerda esto, tenemos conductas egoistas e inhumanas por naturaleza, y tenemos tb todo lo contrario por naturaleza.

La diferencia es que la sociedad premia, fomenta y empuja a que sigamos un tipo de naturaleza y no la otra. Fin.