miércoles, 16 de febrero de 2011

La verdad en Viena (5)

Andaba yo ayer por la noche andando por Viena cuando de repente veo, justo en medio de Heldenplatz, un cochecito de bebé abandonado.

La cosa tiene poética porque fue desde un balcón de Heldenplatz que Hitler hizo su discurso tras la anexión de Austria al Tercer Reich. En aquel entonces la plaza estaba llena a rebosar de austríacos y esvásticas. Ayer, en cambio, solo aquel cochecito de bebé.

Muy oportunamente me encontré con unos policías, a los que dije:



Los policías me dijeron: "Gracias, señor" y se fueron hacia allí. Yo seguí en mi dirección tranquilamente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El peor gag de la historia de este blog!