martes, 30 de noviembre de 2010

Creer en la magia

Tengo una pequeña obsesión (si es que las obsesiones pueden ser pequeñas) con los nombres en la literatura. Todo empezó por una coincidencia relacionada con mi nombre, que explicaré otro día (o no), que me hizo fijarme bastante en los nombres de los protagonistas de las novelas.


Herman Hesse fue uno de esos sufridores que se creen a si mismos y acaban autodestruyéndose. Se empezó a sentir ahogado en su segundo matrimonio y se escapó. Si Herman Hesse hubiera nacido hace 20 años sería esa persona de tu facebook que pone en el estado "Me siento mal, dejadme solo" pero como no había facebook en su época tuvo que escribir novelas para llamar la atención (y lo consiguió, ganó un Nobel de literatura).




Herman Hesse creó a Harry Haller, el protagonista de El lobo estepario, que era básicamente él, pero haciendo todo lo que el bueno de Herman no se atrevía a hacer (esto lo hacen muchos escritores). No quiero explicar El Lobo Estepario a nadie pero realmente Harry parece hacer aquello de lo que Herman no es capaz.





Pero crear un personaje poniéndole vida (poniéndole tu vida) tiene un precio. A Harry Haller se le queda pequeño el universo de El lobo estepario y, una vez acabada la novela, necesita seguir devorando páginas.

Así que, de un modo u otro, acaba llamando a la puerta de Vladmir Nabokov.





Nabokov es un tipo que escribe muy bien en inglés a pesar de ser ruso. Le gustan mucho las mariposas y escribe algunas de las mejores escenas eróticas que yo haya leído nunca. Me gusta porque es un genio de las estructuras y se rie un poco de todo (hasta de él mismo... sobre todo de él mismo).




Pero el personaje, repetimos, tiene demasiada vida. Quiere seguir viviendo, en otro libro, da igual dónde, da igual cómo. Me recuerda al Augusto de "Niebla", la novela de Miguel de Unamuno. Cuando está a punto de morir, se rebela contra el autor:




El caso es que H.H. necesita más. Así que va a ver a Julio Cortázar.









Cortázar, aunque también tiene un buen sentido del humor, es demasiado serio para esos rollos de la perversión y vuelve al lado profundo, digamos incomprendido, del personaje.









domingo, 28 de noviembre de 2010

La verdadera historia de un trío

Para empezar, las premisas básicas. Estaremos todos de acuerdo en que:

O que:

Vale que hay muchos otros tipos de tríos, y un montón de combinaciones más o menos mitológicas... Pero en un trío siempre hay ganadores y perdedores.

El caso es que a un amigo, hace poco, le pasó una historia que...

Bueno...

Tampoco es tan espectacular.

Quizá lo cuento otro día.

sábado, 27 de noviembre de 2010

El frío es psicológico

Siempre que hace un frío de la hostia, me acuerdo de una escena que viví hace muchos años. Yo era pequeño, mis padres me habían mandado de campamento (sí, sí) y un día, dentro de las infinitas actividades del campamento, nos fuimos de excursión.

La excursión duraba dos o tres días, por la montaña, y las montañas eran tan altas que aun siendo verano hacía mucho frío. A un cierto punto de la excursión hicimos un alto en el camino, que se dice, y nos sentamos todos en un prado.

Hacía un frío de la hostia.


El caso es que, como guía de aquella excursión, había un tío al que todos llamábamos Rambo. El personaje era un flipado de la montaña, tenía un montón de músculos y un machete que daba miedo atado al cinturón.

Mmmmmmmmmmmmmmmmm... Probaré de explicar la historia sólo con dibujos, porque no tengo ganas de escribir. Lo básico es esto, que estamos todos sentados en el prado con aquel frío de la hostia y con aquel Rambo delante.


























Total, que cuando hace un frío de la hostia siempre me acuerdo de aquel psycho y de su puto frío psicológico.

viernes, 26 de noviembre de 2010

No, no y no

Me dice "Ahora vuelvo" y me deja como un tonto veinte minutos delante del ordenador. ¿Le hago una perdida? Tampoco quiero parecer pesado. A ver si se cree que voy a estar ahí siempre que quiera como un perrito. Yo a estas alturas de mi vida hay ciertas cosas que no pienso aguantar más. No, no y no.

Bah, salgo a dar una vuelta y desconecto.


.

Watch the people come and go

El mundo siempre te sorprende. El otro día iba en moto y mientras estaba parado en un semáforo oí que, en el coche de al lado...




You all everybody... You all everybody... Exacto. La canción que tocaba la banda de mierda del rockero de Lost. ¿Charlie? Charlie. El que se liaba con la rubia embarazada que después se volvía loca. Con un golpe de wikipedia recuerdo a la perfección que la banda se llamaba Drive Shaft.

Pero a ver, ¿esto no era una serie? ¿La canción era de verdad? ¿O no será que la friki esta del coche, esta chica que va sola por Barcelona, es tan friki que se ha bajado la canción y la escucha como si fuera una canción? ¿Hace lo mismo con las canciones de las otras series que mira? Joder.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Que viene el corralito

A mi me preocupa relativamente nada, porque no tengo nada ahorrado, pero si tuviera ni que fuera quinientos euros en el banco iría hoy mismo a sacarlos.

No es que sea economista, ni vidente, pero es que ayer pensé:

¿Acaso los argentinos tenían ni la más remota idea de que de un día para otro se iban a quedar sin nada?



Por eso. A ver. La Unión Europea y los bancos mundiales están "rescatando" a países como Grecia, Irlanda y Portugal (meten dinero para que el sistema continúe funcionando), pero ya han dicho que para rescatar a España no existe dinero suficiente, y que si la cosa se hunde, se hundirá y punto.

Es normal.

Porque el problema es que nuestro dinero NO EXISTE.





A ver, imaginemos que somos 10 tíos y que cada uno mete 10 euros en el banco.

Con estos 100 euros, el banco comprará acciones de la empresa MIERDOL, por ejemplo. No las compra directamente a MIERDOL, sino a un tipo que le dice:




El banco las compra y pasa a tener 100 acciones que le han costado 100 euros.
A partir de este momento, nadie tiene el dinero. NO EXISTE.

Si un día los 10 tíos que han metido los 10 euros van al banco a sacar la pasta, el banco tendrá que vender las 100 acciones para recuperar los 100 euros.

Y el banco se va al mercado y dice:


Y todo el mundo dice:

Hasta que uno dice:

El banco dice que si todo el mundo se ha vuelto loco, y continúa:

Pero nada, tu.

Hablo en serio: yo si tuviera dineros en los bancos, los sacaría hoy.

Y si tuviera una bicicleta, la cambiaría por una escopeta, para poder defender mi casa de los tíos que vendrán a decir que es suya.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Gemidos de tenista

Estos días están dando en televisión no sé qué Máster de tenis. El torneo me ha hecho pensar en una obviedad que siempre me ha fascinado un poco:




Digo que me fascina porque siempre he intentado encontrar una explicación y, la verdad, no es fácil.





Descarto desde el principio el esfuerzo físico provocado por la actividad deportiva: en otros deportes también se esfuerzan y no gimen:




He investigado un poco sobre el tipo de golpeo. Pensé que igual el movimiento venía acompañado de un gemido de manera natural, como ese "aayy" que hace la gente mayor cuando se levanta de un sofá.





Sólo puedo encontrar un motivo: los tenistas gimen por convención. Los tenistas gimen porque gimen los tenistas. No hay un motivo especial, se ha aceptado, se ha extendido.




Pero... un momento... entonces... en el sexo, ¿se gime por convención?







lunes, 22 de noviembre de 2010

Una vida editable

Lo mejor de salir por la noche es que conoces a grandes personajes. Todo el mundo va borracho, y ya se sabe que el alcohol suelta la lengua y te hace confesar cosas que en modo sobrio no se te ocurriría contar a nadie. Si eres más de hablar que de bailar puedes empezar grandes amistades de esas que luego nunca agregarás, ni ganas, en facebook, esas grandes amistades de una hora.


El caso es que este finde conocí a un tío que lleva años escribiendo sobre su propia vida en la Wikipedia. Sí, sí. Su propia vida en la Wikipedia. El tío no es famoso ni nada, ni ha hecho nada excepcional, más bien lleva lo que se diría una perfecta vida mediocre, sin absolutamente nada de interés.

Al principio no me lo creía, pero me lo contó con una cantidad tal de detalles que empecé a creérmelo. Si era una mentira, era una mentira consistente. Pero cuando he flipado ha sido cuando hoy he abierto la Wikipedia, he tecleado su nombre y pam. Ahí estaba todo. Por respeto no diré como se llama, pero intentaré contar un poco su grado de locura.


(SI A ALGUIEN NO LE GUSTA LEER MUCHO
SE PUEDE SALTAR EL SIGUIENTE PÁRRAFO,
QUE ES UNA MIERDA)


El tipo empieza relatando, como es habitual en Wikipedia, sus orígenes, y lo hace con muchos más detalles que en las biografías de los personajes más famosos. Por ejemplo, si en la página de Porfirio Díaz* dice que "Porfirio Díaz nació en Oaxaca, entonces provincia de Antequera, la noche del 15 de septiembre de 1830. Era el sexto de siete hijos, concebidos en el matrimonio de José Faustino Díaz y Petrona Mori, quienes se casaron en 1808, cuando el padre de Díaz manejaba los negocios de una empresa de minas y metales de Cinco Señores, San José y El Socorro, en el distrito de Ixtlán. Poco tiempo después, José Faustino se enroló en el ejército insurgente de Vicente Guerrero, donde fungió como veterinario, y, tras un tiempo, fue nombrado coronel. En 1819, tras once años de matrimonio, la pareja concibió a su primera hija, Desideria. Dos años después nacieron los gemelos Cayetano y Pablo, quienes murieron en la infancia; luego vino el nacimiento de dos mujeres más, Manuela y Nicolasa. En 1830 nació Porfirio, y en 1833, el hermano menor, Felipe Díaz Mori", en la suya se incluyen un sinfín de detalles sobre los caracteres de sus padres, los sueños de juventud del madre, las sucesivas amantes del padre y el proceso sobre como escogieron los nombres de sus hijos (que es, siempre, una historia larguísima). También añade información certera sobre el tiempo que hacía el día en que nació y cuatro pinceladas sobre la personalidad de la comadrona que ayudó a su madre a darle a luz.


(SI TE HAS SALTADO EL PÁRRAFO ANTERIOR,
PUEDES CONTINUAR LEYENDO DIRECTAMENTE AQUÍ,
QUE YA CASI VIENEN LOS DIBUJOS)


El tipo incluye un auténtico catálogo sobre su propia vida, lleno de informaciones precisísimas, que cubren desde su más tierna infancia hasta la actualidad, pasando por todos los estadios de la juventud y multitud de apuntes en vivo de los complicados años de la adolescencia.








Repito que la vida del tío en cuestión no tiene ningún tipo de interés. De hecho es el típico individuo que pasa por tu lado y ni te lo miras, y que si no fuera por la charla que de una forma totalmente casual tuvimos la otra noche su página de Wikipedia hubiese quedado enterrada para siempre en el infinito y oscuro campo de mi ignorancia, para decirlo poéticamente.

















*Porfirio Díaz es este:


(SI TE HAS SALTADO EL PÁRRAFO LARGO
AHORA NO PILLARÁS QUIEN ES ESTE TÍO,
PERO NO PASA NADA, EN SERIO)