En 1492 Christopher Columbus se fué a la India por el otro lado y llegó a lo que ahora se conoce como América. Los españoles lo llamaron Indias Occidentales y a sus habitantes, indios.
Todo hubiera ido bien si no hubiera sido porque, al poco de llegar Columbus, llegaron los CONQUISTADORES.
La imagen actual de estos personajes es bastante contradictoria. Mientras en las ciudades de América es normal que haya una calle llamada Pizarro y los billetes españoles lucían a Cortés hasta la muerte de la peseta en 2001, en ciertos sectores de la sociedad tienen mala fama.
Yo nunca les había hecho mucho caso hasta que pisé el “nuevo continente”. Ahí me di cuenta de la grandeza de sus actos.
(será que soy un poco hippie)
América es muy grande. Muy. Sobre el mapa parece más pequeña, pero las distancias son espectaculares. En el tiempo en que en América vas de una ciudad a otra, en Europa atraviesas tres o cuatro estados soberanos con sus lenguas, religiones y gastronomías diferentes.
Pues con todo este espacio, el avance de los conquistadores fue rapidísimo. El antiguo imperio inca, por ejemplo, fue conquistado en tan solo tres años. Dos millones de quilómetros cuadrados, casi cuatro penínsulas ibéricas, en tan solo tres años.
(el imperio llegaría a tener veinte millones de quilómetros cuadrados, casi una séptima parte de la tierra del mundo)
Solo los mongoles y los macedonios les superaron en rapidez, aunque estos fueron mucho más "si te he visto no me acuerdo". Napoleón y Hitler, al lado de Cortés y Pizarro, fueron unos aficionados.
En la conquista influyeron muchos factores. Sus habitantes estaban enfrentados entre ellos, y además no tenían los anticuerpos necesarios para combatir las enfermedades que llegaban con los barcos.
Tuvo que ser terrible cuando, como pasó en el Perú, las enfermedades llegaron incluso antes que los conquistadores, una especie de aliento invisible de la muerte que debió volver locos a los chamanes.
Los conquistadores avanzaban en busca de riquezas, principalmente metales preciosos como el oro. También veían con buenos ojos a los campos de cultivo y a las mujeres, las cuales descubrieron con sorpresa que iban depiladas.
(esto no me lo acabo de sacar de la manga, hay documentos que hablan de ello)
La conquista de América puede ser vista como una cosa mala, pero es un ejemplo perfecto de lo que hace el hombre cuando puede.
En Cartagena de Indias pregunté si había algún circuito turístico que siguiera los pasos de los conquistadores. Me dijeron que no. En Bogotá, la noche de Halloween, me disfracé de Pizarro. Hay que decir que tuve mucho éxito, especialmente entre las chicas.
(aaaaah por cierto: ¿qué habría pasado si Columbus no se hubiese topado con la llamada América
y efectivamente hubiese llegado a la India? pues que hoy en día nadie sabría quién es Ghandi)
1 comentario:
Dejame decirte que los koalas tienen una apariencia engañosa. Y si no me creés, te sugiero que veas una gran película japonesa que le da credibilidad a mi afirmación: Executive Koala.
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