jueves, 1 de diciembre de 2011

Todo bien, gracias

Siempre me ha gustado la etimología. Durante años esta fue mi auténtica y única religión, la ciencia suprema, la puerta que abre todos los misterios... Aunque con el tiempo lo fui dejando y ahora solo la practico algún domingo antes de hacer el vermouth.

Pero

hace poco me contaron una etimología maravillosa, la de la expresión OK.

(seguramente es una de tantas, aunque es tan simple que podría ser verdadera)

Se ve que, en tiempos del intento de invasión de los Estados Unidos al Vietnam, había unos helicópteros que iban pasando por los campamentos para recoger a los cadáveres y repatriarlos y hacer aquello del triángulo con la bandera y los cementerios cuadriculados.

Pues resulta que, antes de que pasasen los helicópteros, en los techos de las enfermerías los enfermeros pintaban en grande un número y una k que quería decir el número de muertos (kills) que tenían aquel día.

12 K = doce muertos

8 K = ocho muertos

43 K = cuarenta y tres muertos

y claro: 0 K = cero muertos




¡Vaya manera de decir que todos están vivos, "cero muertos"! Qué manera más negativa de ver las cosas... Es como si Mierda Gratis se llamara "Mierda Cero Euros".

No, ¿no?

Una cosa es cero euros y otra gratis... Una cosa es que la invasión vaya bien y otra que "hoy, por milagro, solo ha habido cero muertos".

Desde que me contaron esta historia que cada vez que escribo o que me escriben "ok"

cada vez que veo "ok" me imagino una enfermería en el Vietnam limpia de sangre, es decir, que el día antes había 8 o 9 soldados hechos pedazos por una bomba del Viet Cong, lleno de sangre por todas partes, pero que hoy los enfermeros ya lo han limpiado todo con productos de limpieza desinfectantes y aromatizantes y han subido al techo para poner OK y se están fumando un cigarrillo viendo el atardecer sobre la cuenca del Mekong.